En el año 1928 las aguas del balneario, minero medicinales sulfurado sódicas, fueron declaradas de utilidad pública.
En 1930 decía Eugenio Carré Aldao en su Geografía General del Reino de Galicia, Provincia de A Coruña, que el excelente y acreditado establecimiento de baños estaba muy concurrido y tenía fonda y capilla. Actualmente, el complejo cuenta con una zona destinada a balneario, equipada con tecnología avanzada, bajo control de un director médico y su equipo de auxiliares e instalaciones hoteleras de dos estrellas. Sus instalaciones balnearias obtuvieron en noviembre del 2007 el distintivo de la Q de calidad, consiguiéndola su zona hotelera meses más tarde. Desde entonces, siguiendo la política de calidad del centro, se está trabajando por una mejora continua del servicio.
Las aguas termales del balneario de Carballo están clasificadas como aguas minero medicinales, sulfurado sódicas bicarbonatadas, de mineralización débil. Emergen a una temperatura de 42ºC. Fueron reconocidas por el Tribunal de Aguas de Paris como una de las mejores de Europa a finales del siglo XIX y declaradas de utilidad pública en 1928. Como el Balneario de Benito.
Las aguas del Balneario presentan un alto contenido en azufre, sodio y bicarbonato, aunque también existen otros elementos en menor concentración, no por ello menos importantes, como el cloro, flúor, etc…. Son incoloras y transparentes, si bien en grandes cantidades adquieren una coloración azulado verdosa. Debido a su alto contenido en azufre, tiene el típico olor a “huevo podrido”.
Las aguas mineromedicinales del balneario de Carballo son tanto un recurso terapéutico para tratamiento de diferentes enfermedades, como un complemento para la prevención de las mismas.
Sus principales indicaciones son:
- Afecciones del aparato locomotor
- Afecciones de vías Respiratorias
Tratamientos del Balneario de Carballo
Instalaciones del Balneario de Carballo